Cada año, en nuestro país mueren cerca de 2.000 personas por asfixia por atragantamiento. Esta cifra podría reducirse de forma considerable, como recogemos en nuestra campaña No pases un mal trago, con una serie de maniobras fundamentales que en este caso han conseguido salvar la vida de una mujer.

La hija de 11 años fue la responsable de llevar a cabo las distintas maniobras expuestas por el personal sanitario, durante el tiempo que tardara en llegar a su domicilio la ambulancia enviada por los servicios de salud.

La situación, que por suerte tuvo un final feliz, comenzó cuando el abuelo de la pequeña llamó al Servicio de Urgencias Canario (SUC) después de que la menor avisara de la situación. El servicio de emergencias se puso en contacto con el domicilio de la afectada, que en ese momento solo podía contar con la ayuda de la pequeña.

La niña de 11 años, con la ayuda de las indicaciones de los profesionales se dedicó a realizar distintas maniobras; como el golpeo de la espalda con cinco palmadas , a la altura de los omóplatos, o la maniobra de Heimlich, que consiste en cinco comprensiones abdominales, hacia atrás y hacia arriba, después de rodear el cuerpo de la atragantada con los brazos, y cerrar el puño con el dedo gordo por fuera, para situarlo a la altura de la boca del estómago.

Al poco tiempo el abuelo pudo entrar en el domicilio y continuar con estas maniobras hasta que llegaron los servicios sanitarios. A continuación, y aunque la afectada ya se encontraba fuera de peligro, el personal médico decidió trasladarla al Hospital Universitario Insular de Gran Canaria para realizar un diagnóstico completo.

¿Qué podemos hacer para prevenir los atragantamientos?