Un nuevo sistema basado en inmunoterapia podría servir para eliminar los tumores responsables del cáncer cerebral. Además, los positivos efectos de este tratamiento podrían significar también un nuevo método para acabar con otros tipos de cáncer.

Para llevar a cabo esta nueva terapia, los investigadores han utilizado un tipo de células modificadas para atacar las células tumorales, conocidas como células T. De forma posterior, se ha procedido a insertar un gen receptor de antígeno quimérico (CAR). Este, que es uno de los procedimientos más extendidos para atacar distintos tipos de tumores, no significaba hasta ahora la eliminación completa del tumor por distintos motivos.

Como adelantaban los responsables de la investigación, “algunas de las células tumorales no se expresaban de forma que pudieran convertirse en un objetivo para las células T modificadas”. Esto suponía, que si bien se destruía parte del tumor, no se conseguía eliminar las células cancerígenas, que podían volver a extenderse.

Para solucionar esta complicación, los investigadores decidieron convertir un segundo antígeno en un objetivo más de la terapia CAR-T. Sin embargo este tipo de antígeno se encuentra en gran parte de sistemas del organismo, por lo que un ataque directo podría suponer los fallos en distintos órganos del paciente.

No obstante, este nuevo tratamiento presenta una serie de nuevas modificaciones que permiten a las células, una vez administradas en el propio líquido cefalorraquídeo, crear un segundo tipo de terapia inmune que dirige el ataque de las células T de forma mucho más precisa.

Esto significa que se puedan atacar a dos tipos de células distintas. Además, debido a que la terapia CAR-T se basa en células mucho más pequeñas de lo normal, incapaces de atravesar la barrera hematoencefálica si se administran a través de vía intravenosa, se evita contaminar cualquier otro órgano.