Los medicamentos antivirales pueden suprimir la cantidad de VIH en el cuerpo a niveles casi indetectables, pero solo una respuesta inmune efectiva puede erradicar el virus.

Aunque las células T receptoras de antígenos quiméricos han surgido como una inmunoterapia para diversas formas de cáncer y son prometedoras en el tratamiento de la infección por VIH-1, la terapia puede no aportar una inmunidad duradera. Por eso, los investigadores, médicos y pacientes necesitan productos basados en células T que respondan a las células malignas o infectadas que pueden reaparecer después del tratamiento.

Los científicos, pertenecientes a la Universidad de California, en Estados Unidos, descubrieron que en animales la modificación de las células madre formadoras de sangre tuvo como resultado más de dos años de producción estable de células que expresan CAR sin efectos adversos. Además, las células T CAR diseñadas mostraron una eficacia en el ataque y la muerte de las células infectadas por el VIH.

Para los investigadores es probable que este enfoque funcione mejor cuando se realice en combinación con otros tratamientos, como la terapia antirretroviral.

Los científicos confían en que este tipo de terapia reduzca la dependencia a los medicamentos antivirales, disminuya el coste y permita la erradicación del VIH. El enfoque también podría usarse contra otras infecciones o tumores malignos.