Parte de esos fondos servirán además para mejorar los programas de salud mental, impulsar la medicina de precisión y modernizar el desarrollo de medicamentos por parte de la agencia federal que se encarga de esta tarea.

Obama ha firmado la ley, aprobada por el Congreso la semana pasada, durante un acto en la Casa Blanca acompañado por su vicepresidente, Joseph Biden, y varios legisladores demócratas y republicanos.
Una de las piezas fundamentales de la Ley de Curas es la financiación, valorada en 1.800 millones de dólares, que irá a parar a la campaña que encabeza Biden para derrotar al cáncer.

Esta ley “cambiará en esencia la cultura de nuestra lucha contra el cáncer” y servirá para darle “un sentido de urgencia”, subrayó en el acto el vicepresidente, quien perdió en mayo de 2015 a su hijo Beau, de 46 años, debido a un tumor cerebral.

Sobre la adicción a la heroína, Obama ha asegurado que  puede afectar “a todo el mundo”. Esta ley destinará 1.000 millones de dólares a los tratamientos contra el abuso de medicamentos recetados y el consumo de heroína.