A través de un comunicado, la organización ha destacado que se debería poner el foco en la psicoeducación para que niños y jóvenes adquieran herramientas que les ayuden a manejar el malestar emocional y las dificultades del día a día.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que por cada dólar invertido en salud mental se recuperan cinco, porque reduciendo la incidencia de los diferentes trastornos, disminuyen los costes económicos y sociales asociados a ellos, según subraya la OCU.

Antes de la pandemia de la Covid-19, un 39 % de los españoles encuestados por la OCU sufría un nivel de malestar psicológico y emocional alto o muy alto. "Ahora trastornos mentales como la depresión, la ansiedad o el estrés no han hecho más que aumentar", añade la organización.

La OCU advierte de que los centros de Atención Primaria reciben cada vez a más gente con problemas psicoemocionales o manifestaciones físicas como dolores, molestias digestivas, alteraciones de sueño o de la alimentación.

"Los médicos hacen lo que está en su mano con el escaso tiempo del que disponen por paciente: recetar fármacos", señalan desde la OCU. Esta solución transitoria que "no hace más que promover la sobremedicalización", sitúa a España "entre los países de la OCDE con mayor consumo de psicofármacos", añaden.

La OCU también lamenta el escaso abordaje psicoterapéutico para atajar la raíz de estos problemas. Tanto es así que en España el número de psicólogos clínicos es de apenas 6 por cada 100.000 habitantes, frente a los 18 que hay de media en el resto de países europeos.

Además, son pocas las comunidades autónomas que cuentan con este servicio, por lo que muchos afectados se ven obligados a pagar entre 50 y 100 euros por una hora de terapia. "Una cifra que resulta inalcanzable para muchos hogares".