La Organización Mundial de la Salud ha presentado un nuevo informe donde alerta de que, pese a los avances que se han logrado contra el tabaco, esta adicción todavía no se combate con total eficacia en algunas regiones y países. Además, ha subrayado que la expansión del cigarrillo electrónico y otros productos similares, amenazaría estos logros al presentarse como ayudas contra el tabaquismo.

Gran parte del planeta no contempla todavía la aplicación de las medidas recogidas en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, como demandan desde la OMS. Esta normativa ofrece una serie de iniciativas y políticas que cuentan con una eficacia demostrada por parte de este organismo, a la hora de frenar la expansión del tabaquismo, y reducir su impacto negativo entre la población.

Estas medidas han ayudado a reducir las cifras de fumadores del planeta, que en la actualidad, según datos de la Organización Mundial de la Salud, se sitúan en torno a unos 1.100 millones de fumadores. Sin embargo, la organización destaca en su informe que solo 23 países proporcionarían en la actualidad todos los servicios pertinentes para evitar el consumo del tabaco.

Por otra parte, a la cifra de consumidores de tabaco convencional se le añade la de fumadores de cigarrillos electrónicos, que se sitúa en 367 millones de usuarios. De hecho, como declaran desde la Unidad de Control del Tabaco de la OMS, estos nuevos consumos suponen una de las nuevas fuentes de acción por parte de las tabacaleras. Estas presentan los cigarrillos electrónicos como una alternativa al tabaco que, además ayudaría a dejar de fumar.

Sin embargo, como afirman desde la OMS este comportamiento solo derivaría en consumidores duales, tanto de cigarrillos convencionales, como electrónicos. A este respecto, la OMS denuncia que las nuevas formas de fumar se comercialicen con total libertad e impunidad y que, en algunos casos, ni siquiera tengan que pagar impuestos.