Junto a los 9 millones de afectados en el mundo, en España se dan 5.700 nuevos casos cada año, una cifra superior al resto de países europeos.

Ante estos datos, que supone 10 pacientes por cada 100.000 personas en España, Benjamín Abarca, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (Semg), destaca que hay que añadir "más casos no declarados", por tratarse de inmigrantes en situación irregular.

Esta realidad ha llevado a las sociedades médicas a reclamar nuevas medidas para impedir su avance. Corregir situaciones injustas, mejorar el trato de los enfermos y continuar el tratamiento hasta la curación de la enfermedad, son algunas de ellas.

Para mejorar la prevención, atención y control de la dolencia, Juan José Rodríguez Sendín, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, hace referencia a la implicación de las autoridades como "la gran solución".

Un compromiso que en España podría reducir la incidencia de la enfermedad en las poblaciones más desfavorecidas y que, en el mundo, supondría disminuir en un 90% el número de afectados.

Nuevos esfuerzos de las autoridades y más fondos, hasta 2.000 millones más de los que se destinan actualmente en el tratamiento de la tuberculosis, son los elementos citados por la OMS para conseguir su objetivo en el 2035: un mundo exento de la enfermedad.

La OMS confía en la posibilidad de alcanzar una nueva realidad en la que esta "epidemia" se encuentre erradicada. Una situación que no sólo supondría la reducción de enfermos y fallecidos, sino también de los "gastos catastróficos en los hogares con la enfermedad".