La narcolepsia es una enfermedad neurológica caracterizada por padecer somnolencia diurna excesiva, cataplejía, parálisis del sueño, alucinaciones antes de dormir o despertar y tener un sueño nocturno perturbado. Sin embargo, solo un 50-60% de los pacientes presentan todos los síntomas.

Esta enfermedad se produce como consecuencia de una anormal regulación del ciclo vigilia-sueño, debido a la pérdida de las neuronas que sintetizan la hipocretina. Aunque la razón de dicha pérdida es aún desconocida.

A pesar de que los primeros síntomas de la narcolepsia aparecen en la adolescencia, no es hasta la edad adulta cuando la enfermedad se vuelve más patente.

Además, según un reciente estudio de la Comunidad de Madrid presentado en la última Reunión Anual de la SEN, el diagnostico de la narcolepsia desde el inicio de los síntomas se demora más de 10 años. Una situación que sobre todo se da entre los casos con síntomas leves o cuando el paciente padece otro trastorno del sueño más evidente, puesto que hasta un 60% de los casos de narcolepsia sufren, además, otro trastorno del sueño adicional.

De modo que, cuando los pacientes comienzan a tener repercusiones en el trabajo (40%), en la escuela o a nivel académico (23%) o en el ámbito laboral (20%) es cuando deciden consultar la enfermedad.