Para entender la evolución de la pandemia y por qué el sector más joven de la población está sufriendo ahora el mayor número de contagios, se ha entrevistado al vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), el doctor Óscar Zurriaga, que también es profesor en la Universidad de Valencia y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.

Según el doctor, la pandemia evoluciona de esta manera debido a que las personas que no tienen la pauta vacunal completa contra el virus son susceptibles de contagiarse.

A esto se le añade el hecho de que la población joven es un grupo que presenta un elevado comportamiento social; además, este sector mantiene el pensamiento de que corre menor riesgo de contagio que otros grupos de mayor edad.

Estos factores, unidos al hecho de que el ocio juvenil va estrechamente ligado al consumo de alcohol, son determinantes a la hora de inclinar la evolución de la pandemia hacia este sector.

Además, el doctor recuerda que quienes más se están contagiando son los jóvenes, pero más concretamente, los no vacunados, ya que en la vacunación se priorizó a las personas vulnerables o con un riesgo más alto de ingreso, hospitalización en UCI o fallecimiento.

A pesar de que las consecuencias del virus en los jóvenes son menores, “también existe en este colectivo la posibilidad de ingreso en UCI y de mayores complicaciones” explica Zurriaga, que reafirma la necesidad de que la juventud también se vacune lo antes posible.

Por su parte, la vacunación está prevista hasta los 12 años, ya que es el rango de edad hasta el que se ha estudiado su efectividad y eficacia. Sin embargo, esto deja abierta la duda de qué ocurrirá entonces con los menores de 12 años para los que no esté prevista la vacunación y si se convertirán en el foco principal de contagios de la pandemia.

Ante esta cuestión, el vicepresidente de la SEE reafirma el hecho de que la probabilidad de complicaciones en este sector de la población es menor; sin embargo, actúan como transmisores del virus, de manera que los más vulnerables podrían verse afectados.

En este sentido, el doctor opina que, ante esta situación, debería seguirse la ficha técnica de la vacuna y que antes de vacunar a los niños, debería pensarse primero en las poblaciones más vulnerables que aún no han recibido ni siquiera la primera dosis.

Esto es así porque a pesar de que en nuestro país consigamos la inmunidad de grupo, seguimos siendo vulnerables ante otros países que no están vacunados y en los que sigue circulando el virus, por lo que resultaría difícil garantizar la protección.

Además, si el virus sigue circulando, puede dar lugar a variantes más peligrosas que las vacunas no puedan paliar. En relación a esto, el doctor Zurriaga recuerda que las vacunas no evitan el contagio ni la transmisión, pero sí evitan que se desencadenen consecuencias graves.

Por otro lado, Zurriaga recuerda que una sola dosis resulta menos eficaz y efectiva, lo que aumenta las posibilidades de que las consecuencias del virus sean más graves. También se han dado casos de personas con ambas dosis que han sufrido graves evoluciones del virus, pero son una minoría.

Finalmente, el doctor subraya que la pandemia no ha terminado y que, pese a las elevadas tasas de vacunación que se están produciendo, siguen surgiendo contagios en las poblaciones más vulnerables, por lo que es necesario seguir tomando medidas.