Un estudio, que involucra a más de 1.000 personas a lo largo de una década, ha demostrado que la presencia de bifenilos policlorados en la sangre, un contaminante ambiental, persiste sin problema a periodos de tiempo muy largos. Esto supone la alta probabilidad de desarrollar problemas cardiovasculares, que pueden derivar en la muerte.

Desde el año 2004, y durante los 10 siguientes, se analizó el nivel en sangre de BPC en personas de edades cercanas a los 70 años. De los casi 1.000 voluntarios a este estudio, se observó que aquellos con los niveles más altos de PCB con muchos átomos de cloro en la sangre contaban con un riesgo de mortalidad mucho más elevado que el resto. De hecho, la mayoría de los fallecimientos producidos durante esa década se debían a problemas cardiovasculares, directamente relacionados con altos niveles de PCB en sangre.

Los bifenilos policlorados son una serie de partículas muy contaminantes y perjudiciales para la salud, que cuentan con un ratio de descomposición muy lento, por lo que son capaces de persistir durante largos periodos de tiempo. Suelen acumularse en tejidos grasos, y pasan a la sangre a través del consumo de carnes, pescados y otros productos de procedencia animal.

Pese a estar prohibidos en distintos países, estos contaminantes han logrado persistir en algunos puntos del planeta, hecho que denuncian los expertos del estudio desarrollado en Suecia y publicado por la revista JAMA Network Open, que piden la creación de políticas más restrictivas y combativas con este tipo de sustancias por parte de los gobiernos.