A esta mujer se le había diagnosticado anemia de células falciformes cuando era una niña de tan sólo cinco años y posteriormente necesitó un traspalnte de médula ósea para tratar su condición de células falciformes.

Entonces, los médicos, y pensando en sus posibilidades en un futuro de formar una familia, decicdieron extraer uno de sus ovarios, antes de iniciar el tratamiento, cuando  tenía 13 años, congelando fragmentos de tejido.

"Cuando son diagnosticados con enfermedades que requieren un tratamiento que puede destruir la función ovárica, la congelación de tejido ovárico es la única opción  para preservar su fertilidad",ha explicado Isabelle Demeestere, ginecóloga e investigadora asociada en el Hospital Erasme de Bélgica.

Un gran hallazgo ya que con este importante avance, se podrá conseguir que niños, con enfermedades graves como el cáncer, pueden tener hijos sanos en un futuro.