Una técnica usada en inmunoterapia, demuestra ser mucho más efectiva al combinarse con dos medicamentos de inhibición de PD-1 y de CTLA-4. La combinación de estos dos fármacos, junto con un bloqueador de TNF (factor de necrosis tumoral) resulta en un tratamiento antitumoral efectos secundarios menos tóxicos.

Esto se traduce en una mayor facilidad para los expertos, a la hora de suministrar otro tipo de medicación, o de tomar las acciones necesarias contra todo tipo de tumores en fases avanzadas.

La función de las proteínas conocidas como PD-1 y CTLA-4 radica en actuar como frenos del sistema inmunitario, limitando la destrucción de distintos tipos de células, entre las que se encontrarían las tumorales, por parte de este. Por tanto, para tratar distintos casos de cáncer, el bloqueo de estas dos proteínas supone una mayor efectividad en las terapias contra cáncer de melanoma, de pulmón o de riñón.

Por su parte, el TNF, la proteína conocida como factor de necrosis tumoral, constituye un agente para mediar en la inflamación de distintas zonas u órganos del cuerpo, o activa los glóbulos blancos, entre otras funciones.

No obstante, al combinarse con distintos fármacos, puede derivar en efectos secundarios adversos. Por este motivo, y como reconocían los expertos detrás de esta investigación, “la función inmunorreguladora del TNF es prescindible y, en cierta medida, daña la actividad antitumoral de esta inmunoterapia dual”.

Los resultados del estudio concluyen que la combinación de los medicamentos anti-PD-1 y anti-CTLA-4, junto al bloqueo del TFN consigue una extraordinaria eficacia contra los tipos de cáncer más agresivos y en fases más avanzadas. Sin embargo, si bien de momento solo se ha probado en ratones, esta terapia ha supuesto serios efectos secundarios en un 40% de los casos; cifra que busca reducirse antes de utilizar esta terapia dual en humanos.