La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) explica que los medicamentos genéricos presentan un perfil de eficacia y seguridad equivalente al de su correspondiente medicamento de referencia, y compiten con el original una vez expirado el periodo de explotación exclusiva de este último.

En este sentido, los medicamentos genéricos son igual de prescribibles que el medicamento de referencia en pacientes recién diagnosticados, y se pueden intercambiar con este, de manera que presentan la misma composición y eficacia y causan el mismo efecto que el fármaco de referencia.

Además, los genéricos se conocen por el nombre del principio activo, por lo que hay laboratorios que presentan la línea de los genéricos y la de los de referencia, siendo ambos fármacos ‘de marca’ del laboratorio que los fabrica.

Por otro lado, los medicamentos genéricos tienen los mismos controles de calidad que los fármacos de referencia o conocidos por su nombre de fantasía, y actúan igual frente a la enfermedad; de lo contrario, no podrían estar en el mercado.

Sin embargo, ambos productos farmacéuticos no son exactamente iguales: los genéricos pueden tener distinta apariencia y llevar distintos excipientes que el medicamento de referencia, tal y como afirma la AEMPS.

Esto debe tenerse en cuenta de cara a las acciones informativas necesarias en caso de sustitución de medicamentos a pacientes intolerantes o alérgicos a determinados excipientes, y a pacientes cuyo cumplimiento terapéutico pudiera afectarse por el cambio de apariencia o denominación del fármaco.

Por otro lado, los medicamentos genéricos se utilizan en todo el mundo. Esto optimiza el gasto en medicamentos porque su precio de origen es inferior, debido a que los laboratorios que producen genéricos no necesitan invertir en la investigación del principio activo.

En este sentido, el consumo de medicamentos genéricos ayudará a la sostenibilidad del sistema sanitario y a que disponga de más recursos económicos destinados a la investigación de nuevos medicamentos, la financiación de centros de salud, la tecnología puntera o la creación de nuevos hospitales.

Con todo ello, cabe destacar que, en España, los medicamentos genéricos están avalados por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).