Un nuevo informe defiende la posibilidad de reemplazar órganos dañados, por otros sanos. Algo que sería posible gracias a su fabricación de forma artificial mediante la combinación de la impresión 3D y el uso de células madre rejuvenecidas.

Como adelantan los autores de la investigación, este procedimiento significa la opción más prometedora a la hora de lograr crear órganos artificiales sanos, que puedan usarse en trasplantes. Además, este proceso requeriría un tiempo más corto que otros, a la hora de proceder con la fabricación del órgano, y el propio trasplante.

En un principio, este tipo de técnica combinada podría usarse para crear todo tipo de órganos, desde el hígado, los riñones o el páncreas, hasta los pulmones, el ovario o el corazón. En este último caso, los investigadores explican que, de momento, es necesario contar con una estructura tridimensional. Por lo menos, hasta que se haya logrado crear la bioestructura del corazón natural.

A continuación, y después de haber extraído las células madre del paciente, estas atravesarían un proceso de rejuvenecimiento para terminar agrupadas en la estructura vacía impresa, de forma escalonada. Este proceso concluiría con una nueva dosis de células madre en el órgano artificial, y a través de distintos procedimientos se modificaría su estructura para convertirlas en distintos tipos de células cardíacas.

Además de que la fabricación de este tipo de órganos artificiales ahorraría más tiempo que otros procesos similares, al usar células madre del propio paciente se reduciría de forma considerable el riesgo de rechazo del órgano trasplantado.