Abandonar el hábito de fumar supone una importante mejora para el organismo en poco tiempo, así como una reducción del riesgo de sufrir un accidente cardiovascular, o una enfermedad de corazón.

En el caso de las enfermedades cardiovasculares, un reciente estudio contradice los resultados expuestos por investigaciones anteriores que situaban en cinco años los necesarios para recuperar la salud del sistema cardiovascular. De esta manera señala que se necesitarían al menos 25 años tras haber dejado de fumar para que el organismo sea similar al de alguien que no ha fumado nunca.

Estos resultados surgen del análisis de casi 9.000 participantes entre los años 1954 y 2014. Las conclusiones de este estudio se centraron en el efecto del hábito de fumar y del abandono de la adicción al tabaco en el riesgo de accidente cerebrovascular, infarto de miocardio o insuficiencia cardíaca entre otras enfermedades cardiovasculares.

De esta forma, como adelantaban los responsables de la investigación, “el sistema cardiovascular comienza a sanar bastante rápido después de dejar de fumar, incluso en las personas que han fumado mucho durante décadas”.

No obstante, la recuperación total puede llevar varios años, de forma que cinco años después de haber dejado de fumar reduciría el riesgo de desarrollar alguna enfermedad cardiovascular un 39%. Para que el hecho de haber fumado no represente ningún factor de riesgo aumentado de sufrir una enfermedad cardiovascular deberían pasar entre 10 y 25 años.