El 024 es el primer teléfono público para prevención del suicidio que funciona en toda España. Hasta su puesta en marcha, existían otras iniciativas como el Teléfono de la Esperanza (717 003 717), uno que estaba especializado en menores de la Fundación ANAR (900 20 20 10) y algunos que dan servicio en comunidades autónomas o municipios.

Pero desde que empezó a funcionar, el 024 suma ya 1.3 millones de minutos de atención, o dicho de otra manera, 22.457 horas, aunque no se puede saber el tiempo que corresponde a cada llamada porque no se ha establecido un tiempo medio de asistencia.

Este teléfono está disponible de forma gratuita las 24 horas del día los siete días de la semana y es atendido por Cruz Roja con un equipo multidisciplinar que pretende dar contestación, prevención y soporte emocional a personas que piensan fallecer de manera voluntaria o lo estén intentando, así como a sus familiares.

Y es que el suicidio se trata de la primera causa de fallecimiento externo, por delante de los accidentes de tráfico, homicidios y la violencia de género.

En 2021, aumentaron en España un 1,6 %: 4.003 personas se quitaron la vida, según el informe 'Estadísticas de defunciones según causa de muerte. Año 2021', publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a finales de año. En concreto, se produjeron 16.831 fallecimientos por causas externas, 753 más que en el año anterior (un 4,7%).

Por sexo, el informe muestra que murieron por estas causas 10.689 hombres (un 4,2% más que en 2020) y 6.142 mujeres (un 5,5% más).

 

La salud mental en el epicentro

Los problemas de salud mental ha aumentado de manera significativa, sobre todo la conducta suicida, que en la última década se ha multiplicado por 34,8 (tasa de crecimiento del 3.376%), seguido de autolesiones, ansiedad, tristeza/depresión y trastornos de la alimentación (estos últimos se incrementan un 291%).

Los casos de autolesiones, que han pasado de 71 casos en 2012 a 3.243 en el año 2022, son un fenómeno íntimamente relacionado con los intentos de suicidio, por su alta probabilidad de desenlace fatal cuando los niños, niñas y adolescentes cambian de procedimiento.

Ante este problema, el Gobierno ha aprobado una inversión de 38,5 millones de euros con el objetivo de que las comunidades autónomas refuercen la atención a la salud mental y el teléfono del suicidio se encuentra entre estas medidas de laEstrategia de Salud Mental que el Consejo Interterritorial aprobó en 2022. Este plan cuenta con un presupuesto de 100 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado.