La investigación, cuyos resultados publica la revista 'European Psychiatry', se basó en un análisis de un estudio longitudinal llevado a cabo en Suecia que incluyó información de 754 mujeres inscritas cuando estaban entre la semana 8 y 13 de embarazo.

A todas ellas les preguntaron por el consumo de paracetamol en los últimos meses, y también analizaron los niveles de este compuesto en orina en el momento de su inclusión.

El retraso en el desarrollo del lenguaje de sus hijos se midió a los 30 meses de vida, con 2 años y medio, y se tuvo en cuenta el uso de menos de 50 palabras, medido mediante una evaluación de la enfermera y un cuestionario que debían completar los progenitores.

Así, el 59% de las mujeres habían tomado paracetamol, al inicio del embarazo, mientras que un 10% de sus hijos presentaba retrasos en el desarrollo del lenguaje, siendo más frecuentes en niños que en niñas.

Por otro lado, las niñas, cuyas madres habían consumido paracetamol con más frecuencia, más de seis veces al inicio del embarazo, presentaban casi seis veces un riesgo más elevado de retraso en el lenguaje en comparación con las niñas de madres que no consumieron este fármaco.