Desarrollar neuronas motoras humanas en el laboratorio no ha sido posible en los últimos años, por lo que realizar nuevos tratamientos para las enfermedades se han visto obstaculizados. Científicos de la Universidad de Washington, en St. Louis, Estados Unidos, han sido capaces de convertir células de la piel de adultos sanos en neuronas motoras sin pasar por un estado de células madre. La técnica permite estudiar a las neuronas motoras del sistema nervioso central humano en el laboratorio.

Evitar la fase de células madre ayuda a que las neuronas motoras resultantes mantengan la edad de las células originales de la piel y, por lo tanto, la edad del paciente, algo vital para estudiar las enfermedades neurodegenerativas que se desarrollan en personas de diferentes edades y que empeoran a lo largo de décadas. Para llevar a cabo el estudio los investigadores usaron células de la piel de adultos sanos de 20 a 60 años.

El estudio reveló que las moléculas de ARN pueden trabajar con los factores de transcripción, o señales celulares, para generar tipos específicos de neuronas motoras. Esta conversión permite comprender mejor la enfermedad y llevar a encontrar nuevas formas de curar tejidos dañados y órganos, un campo llamado medicina regenerativa.

Para convertir las células de la piel en neuronas motoras, los investigadores expusieron éstas a las señales moleculares que suelen estar presentes en altos niveles en el cerebro, los microARNs, miR-9 y miR-124, que reempaquetan las instrucciones genéticas de la célula. De esta manera, encontraron que los genes implicardos en el proceso se preparan para la expresión, aunque permanecen inactivos hasta que se proporciona la correcta combinación de moléculas.

Tras este descubrimiento, los investigadores encontraron que añadir los factores de transcripción, ISL1 y LHX3, convirtieron las células de la piel en neuronas motoras de la médula espinal en 30 días. Este hecho se produce porque todas estas señales indican a la célula que pliegue las instrucciones genéticas para la fabricación de la piel y despliegue las instrucciones para la fabricación de las neuronas motoras, según los expertos.

Pero los científicos no pueden estar seguros de que estas células coinciden perfectamente con neuronas motoras nativas humanas, ya que es difícil obtener muestras de neuronas motoras cultivadas de individuos adultos. Así pues, prevén estudiar muestras de neuronas donadas de pacientes después de la muerte para determinar cómo imitan exactamente estas células a las neuronas motoras nativas del ser humano.