Para realizar este proyecto se determinaron las zonas de transporte y las condiciones especiales requeridas para el traslado de medicamentos. También se analizó el actual proceso de servicio logístico de medicamentos de Novalita y las necesidades de adaptación del mismo en cuanto a automatización, la robótica y los avances tecnológicos.

Desde Delsat, contemplaron la autonomía necesaria de tienen que tener los drones, la distancia que tienen que poder recorrer (40 kilómetros), y la necesidad de establecer puntos intermedios de recarga, entre otros. Con todos estos datos, fijaron seis zonas distintas y varios puntos de recarga, dos en Huesca, tres en Teruel y una en Zaragoza.

Para el diseño del dron (RPA) se han definido tanto los aspectos que tienen que introducirse para que el transporte sea viable como es el servicio de reparto, el cual tiene que ser compatible con el procedimiento logístico habitual de transporte de medicamentos.

Además,han concretado que la aeronave debería tener un peso máximo con carga de 25 kilogramos, ocho motores eléctricos para garantizar la seguridad del vuelo cuando las condiciones meteorológicas no sean favorables, y varios sensores y comunicaciones de largo alcance, incluso con transmisión satélite.

Sin embargo, a pesar de que la tecnología de los drones está muy avanzada y permite realizar vuelos autónomos con gran precisión, la legislación vigente (Ley 1036/2017) no permite transportar mercancías. Por ello, desde se espera que la Administración modifique la ley ante la amplia demanda de este tipo de transporte.

Fernando Castillo, presidente de Novalita, ha destacado la importancia del trabajo que ya se ha realizado en cuanto a dar visibilidad a las ventajas que ofrece la utilización de drones en el suministro de medicamentos a farmacias y a zonas de difícil acceso o en situaciones de emergencia. Ha compartido también el éxito de las primeras experiencias de otros países en la utilización de drones dentro del sector de la salud, algo que comienza a ser cada vez más habitual.