El trasplante de heces podría ser útil, tanto para salvar vidas, como para ahorrar importantes gastos hospitalarios y en salud. Un nuevo estudio ha llegado a la conclusión de que los tratamientos a base de trasplantes de heces podrían acabar por sustituir, o al menos, combinarse con antibióticos, después de analizar los costes y la mejoría de 50 pacientes distintos durante dos años consecutivos.

Para esta investigación en cuestión, se formó un grupo que involucraba a pacientes en terapia de antibióticos contra la bacteria ‘Clostridium difficile’; causante de distintos problemas gastrointestinales que pueden derivar en muerte.

Si bien durante el año 2014 se mantuvo esta terapia, durante el año siguiente se sustituyó el tratamiento por otro a base de heces de personas sanas. Este trasplante de heces, que ya ha demostrado su eficacia contra Clostridium difficile, consiste en la administración por vía oral, mediante sonda o cápsulas preparadas; o bien anal, a través de enemas.

En 2015 se observó un descenso en los días de mejoría necesarios para la recuperación de los pacientes, que pasaron de 37 días, a 20. Pero además, se produjo también una importante caída del 42% en los costes hospitalarios, que pasaron de un gasto anual de 56.400 euros, a uno de 32.800, a este respecto.

Estos positivos resultados han llevado a que el Centro de Trasplante de Microbiota Fecal del Hospital Universitario de Aarhus, en Dinamarca, haya comenzado a crear un banco de heces para tratar todo tipo de bacterias peligrosas. Sobre todo, como reconocían los responsables de este estudio, porque “la introducción de nuevos tratamientos suele ser muy costosa, pero aquí tenemos una que, además de todo, también ahorra a la sociedad millones de euros al mes”.