Los líderes de la UE fijaron el pasado junio los criterios técnicos que se exigen para la nueva sede de la Agencia Estatal del Medicamento.

Durante estos meses, los países con ciudades candidatas han apurado los esfuerzos diplomáticos y negociaciones discretas para asegurar el mayor número de apoyos este lunes en un proceso con voto secreto que prevé hasta tres rondas de votación si ninguna de las aspirantes no se impone con claridad en una fase anterior.

En el caso de Barcelona, cuya evaluación técnica a manos de la Comisión Europea la colocó entre las mejores ofertas, la crisis política en Cataluña y la incertidumbre que ello ha provocado "no ayuda en absoluto", como reconoció el pasado viernes el portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo.

La candidatura de la Ciudad Condal contó de partida con el apoyo inequívoco tanto del Gobierno de Mariano Rajoy como de la Generalitat y del Ayuntamiento de la ciudad, pero las tensiones han debilitado este frente. El desafío independentista "preocupa" en la Unión Europea, como reconocen fuentes europeas de todo signo, aunque oficialmente no se haya expresado así en los debates sobre esta institución.

La inseguridad sobre el futuro de la Comunidad Autónoma es el "elefante en la habitación", como lo definió un alto funcionario europeo al inicio de la crisis. Con todo, España cuenta con sumar un gran número de apoyos, incluidos los de sus vecinos Portugal y Francia, que concurren con sus propias candidatas, y otros países como Rumanía, según fuentes diplomáticas.

Alemania, sin embargo, ha insinuado que si cae su aspirante, Bonn, su voto será para Milán, otra de las favoritas en la carrera y cuya candidatura ha estado muy activa en Bruselas. Barcelona ha hecho valer entre sus puntos fuerte que cuenta con un edificio, la Torre Glòries, preparado para recibir la Agencia Europea del Medicamento,

Entre las exigencias sobre las que ha girado hasta ahora la evaluación para decidir la mudanza destaca garantizar que la agencia podrá concluir su mudanza y retomar su actividad en la nueva sede cuando se produzca el Brexit, en marzo de 2019; así como garantizar que podrá funcionar con normalidad.

También son claves las infraestructuras de transporte, hoteleras y otras que aseguren un fácil acceso para las miles de visitas que esta institución genera al año y la existencia de colegios internacionales y un acceso adecuado tanto al mercado laboral como a la seguridad social y servicios médicos por las familias de los más de 900 empleados que moverá la Agencia Europea del Medicamento.

El equilibrio geográfico es la sexta condición técnica sobre la que se basa el examen de las candidatas hasta ahora y que han hecho valer los países del Este, que no cuentan en su territorio con ninguna agencia europea. Esto ha permitido a Bratislava situarse entre las favoritas, junto a pesos pesados como Amsterdam, Milán, Copenhague y Barcelona, pese a sus limitaciones en otras cuestiones.

La condición geográfica es también el criterio que debilita el perfil técnico de Barcelona, por tener España ya otras tres agencias europeas en Vigo, Bilbao y Alicante.

Nuestro país estará representado por la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y el secretario de Estado para la UE, Jorge Toledo, que encabezarán la delegación que participará en el consejo de Asuntos Generales en el que se producirá el voto. En total se presentaron 19 candidaturas, pero la retirada de Malta esta última semana ha dejado la lista definitiva de aspirantes en 18, aunque otras podrían retirarse en cualquier momento de la votación o justo antes.

La reunión empezará sobre las 15.00 pero primero los 27 discutirán sobre el estado de las negociaciones del Brexit, lo que hace prever que las rondas de votaciones no arranquen hasta al menos las 16.30 horas, según estimaciones de la presidencia de turno de la UE, Estonia, que organiza el proceso. Primero elegirán la sede de la EMA y a continuación, siguiendo la misma metodología, la nueva ubicación de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) que, al igual que la agencia del medicamento, deberá abandonar Londres como consecuencia de la salida de Reino Unido del club comunitario en marzo de 2019.

Hay tres rondas previstas para cada sede y el recuento lo llevará a cabo el servicio jurídico el Consejo en la misma sala en la que votarán los ministros. Al tratarse de voto secreto, la UE no prevé hacer públicos los resultados intermedios y sólo comunicará el nombre de las vencedoras.

En un sistema que recuerda al de 'Eurovisión', los países tendrán que repartir en la primera ronda seis puntos (tres, dos y uno) entre las tres candidatas que consideren mejor preparadas. Si una ciudad suma la máxima puntuación de al menos 14 países, será proclamada ganadora inmediatamente. Si no, pasarán las tres (o más, en caso de empate) con mejores resultados a la segunda ronda. Esta vez los países asignarán un único punto cada uno y habrá vencedora si alguna de las opciones suma al menos 14 puntos, de lo contrario, se pasará a una última fase con las dos finalistas (o más en caso de empate). Si tampoco aquí se decide la ganadora, la presidencia de la UE tomará la decisión definitiva mediante sorteo.

Las papeletas presentarán a las candidatas por orden protocolario: Amsterdam, Atenas, Barcelona, Bonn, Bratislava, Bruselas, Bucarest, Copenhague, Dublín, Helsinki, Lille, Malta, Milán, Oporto, Sofía, Estocolmo, Viena, Varsovia y Zagreb.

En el caso de la EBA, las candidatas son Bruselas, Dublín, Fráncfort, Luxemburgo, París, Praga, Viena y Varsovia. La formalización de las ciudades ganadoras se concluirá una vez que la Comisión Europea presente una propuesta legislativa que necesitará después el visto bueno del Consejo y de la Eurocámara, pero esta dinámica no servirá a ningún Estado miembro para cuestionar el resultado, ya que los 27 se comprometieron en su cumbre de junio a respetarlo, fuera el que fuera.