Para llegar a esta conclusión, este estudio analizó a 600.000 personas. Así, los investigadores compararon a pacientes que tomaron Adiro, que se traduce como Aspirina pero en dosis bajas, con personas que no tomaban este fármaco y evaluaron la incidencia de varios tipos de cáncer.

Aquellos a los que se les recetó mostraron una reducción del 47% en la incidencia de cáncer hepático y esofágico, una bajada del 38 % en la incidencia de cáncer gástrico, una disminución del 34% en la incidencia de cáncer de páncreas y una reducción del 24% en la incidencia de cáncer colorrectal.

Tras analizar los resultados de este estudio, los investigadores analizaron el uso de este fármaco para detectar otros tipos de cáncer fuera del sistema digestivo y observaron una reducción, significativa, de algunos tipos como el de leucemia, pulmón o próstata.

El investigador principal, el profesor Kelvin Tsoi, de la Universidad de Hong Kong, en China, apunta: "Los hallazgos demuestran que el uso a largo plazo puede reducir el riesgo de desarrollar muchos cánceres importantes".

"Lo que se debe destacar es la importancia de los resultados para los cánceres dentro del tracto digestivo, donde las reducciones en la incidencia de cáncer fueron todas muy importantes, especialmente para el cáncer de hígado y esófago", concluye.