Los hallazgos demuestras el poder de permanencia de la respuesta inmune generada por la vacuna, conocida como NeoVax, que se dirige a proteínas específicas en las células tumorales de cada paciente.

Los investigadores han visto que cuatro años después de la vacunación, las células del sistema inmunológico de los pacientes con cáncer estaban activas no solo contra la células tumorales, sino que también se diseminaron a otras proteínas que se encuentran en las células tumorales.

Esto demuestra que una vacuna de neoantígenos puede estimular una respuesta inmune duradera en pacientes con melanoma.

Para llevar a cabo este estudio, se trabajó con ocho pacientes que se había sometido a una cirugía por melanoma avanzado, pero tenían un alto riesgo de recurrencia.

La vacuna NeoVax está hecha de fragmentos de proteínas, llamados epítopos, que emergen de la superficie celular y sirven como señales para el sistema inmunológico.

Cuatro años después del tratamiento con la vacuna, los ocho pacientes estaban vivos, y seis de ellos no mostraban signos de enfermedad activa.

Dos de los pacientes con el cáncer extendido a los pulmones, también recibieron un inhibidor del punto de control inmunológico, un fármaco que afloja algunas de las restricciones de la respuesta inmunitaria al cáncer. Los investigadores detectaron en estos pacientes signos de que las células T se había abierto paso hacia el tejido tumoral, donde podría ser más letales para las células del melanoma.