Cada año podrían llegar a diagnosticarse hasta 300 casos de meningitis en España. No obstante, su incidencia real podría ser mucho más elevada, si se tiene en cuenta que muchos de los afectados no acuden al hospital debido al desarrollo de síntomas leves.

El 24 de abril se conmemora el Día Mundial de la Meningitis, una patología caracterizada por la inflamación de las membranas que rodean el sistema nervioso central, y que puede derivar en secuelas discapacitantes, e incluso en el fallecimiento de quien la sufre, si no llega a tratarse con anterioridad.

De esta forma, la Sociedad Española de Neurología (SEN) destaca que la meningitis presenta un 10% de mortalidad, debido a los casos más graves, así como con secuelas en un 20% de los casos. En este segundo punto, destaca la pérdida sensorial y diferentes lesiones cerebrales.

Como ocurre con todo tipo de enfermedades infecciosas, la prevención de la meningitis se centra en diferentes vacunas para evitar los tipos más graves de esta patología. Así, gracias a un diagnóstico precoz y a un tratamiento antibacterial en combinación con los programas de vacunación, ha sido posible reducir la incidencia de la enfermedad durante los últimos años.

Si bien es importante que se mantengan las campañas de vacunación para menores, también lo es conocer los síntomas previos al desarrollo de meningitis. La meningitis suele aparecer con más frecuencia entre los niños menores de 5 años y los jóvenes de entre 15 y 24 años. Aunque puede desarrollarse a cualquier edad. Y sus síntomas principales serían similares a los de otras infecciones más comunes: fiebre, dolor intenso de cabeza o rigidez del cuello, así como vómitos, manchas en la piel o convulsiones.