Aunque parece descabellado, la idea de usar venenos para crear medicamentos no es nueva. Actualmente ya se utiliza el veneno de serpiente para tratar la presión arterial alta y el veneno de caracol para tratar el dolor.

Las acciones de los venenos de lagartija se podrían usar potencialmente para interrumpir los coágulos sanguíneos que amenazan ya vida, y convertirlos en medicamentos, según la investigación llevada a cabo por la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Queensland.

Para el estudio, el equipo de expertos ha analizado los venenos de 16 especies de lagartos de vigilancia, incluyendo el dragón de Komodo y especies de África, Asia y Australia, para, posteriormente, compararlos con el veneno de otros cuatro lagartos, incluido el monstruo Gila.

Los científicos observaron que algunos compuestos nuevos tenían potencial para ser utilizados en el diseño de fármacos para tratamientos dirigidos a pacientes que padecen accidentes cerebrovasculares.