Esta nueva investigación ha sido llevada a cabo por el Ministerio de salud Sri Lanka, y diversas instituciones médicas de ese país, evaluó la calidad de vida de un total de 60 pacientes entre 45 y 65 años a los que se les había diagnosticado una angina estable.

Por ello, los participantes realizaron un test previo a la realización y desarrollo de este estudio y otro posterior , una vez finalizado el tratamiento indicado por los investigadores. 
Este test se centraba en valorar ocho ámbitos distintos de la calidad de vida de las personas: la función física, el rol físico, el dolor, la salud general, la vitalidad, la función social, el rol emocional y la salud mental.

Los participantes de este estudio se meclaron aleatoriamente, en dos grupos, a 30 de ellos se les aconsejó, además, continuar con su tratamiento médico habitual, escuchar un disco de 22 minutos que contenía música clásica india dos veces al día y durante un mes. 

A la otra mitad de los participantes únicamente se les indicó mantener su tratamiento médico habitual durante el mismo período. Al finalizar el tratamiento, todos los participantes repitieron el mismo test que habían realizado antes de empezarlo. 

Así, tras la evaluación de los resultados obtenidos, se observó que aquellos participantes que habían seguido el tratamiento con música mejoraban significativamente la puntuación de los ocho aspectos del test, mientras que los pacientes del grupo de control (los que únicamente llevaron a cabo el tratamiento médico habitual) no solo no mejoraron su puntuación sino que ovtuvieron peores resultados. 

Para los pacientes que escucharon música clásica, el cómputo global del test que pone nota a la calidad de vida pasó de obtener una puntuación de 54,1 antes del tratamiento, a un 75,7 tras el mes en que incorporaron las audiciones musicales.

La música tiene efectos positivos como afirman mucho expertos en la materia: "La música tiene efectos sobre las emociones, que a su vez se traducen en cambios biológicos como la disminución de hormonas de estrés, la reducción de la frecuencia cardiaca o la reducción de la tensión arterial". 

"Buscar cambios biológicos favorables que reduzcan el estrés puede tener un beneficio terapéutico", explica la miembro de la Fundación Española del Corazón (FEC) y Cardiólogo de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario la Paz de Madrid, la doctora Regina Dalmau.