En general, este tipo de crisis pueden deberse a una hiperactividad de las neuronas excitatorias o, por el contrario, a la ausencia de actividad de las interneuronas que conforman el sistema inhibitorio, normalmente por alteraciones en las interneuronas GABAérgicas.

Por ello, investigadores del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), tratarán de saber si el trasplante de este tipo de células es beneficioso para frenar las crisis epilépticas en niños con síndromes como el Dravet y West.

Colabora con este proyecto en Precipita