Madrid se ha propuesto el reto de mejorar la calidad ambiental de la ciudad e incrementar la sostenibilidad implantando el contenedor marrón con el objetivo de que ahí se deposite la materia orgánica procedente de los hogares y comercios para reducir la cantidad de residuos que llegan a vertedero y permitir su aprovechamiento como energía y material fertilizante.

Así, técnicos medioambientales acuden a casas, colegios y comercios para explicar cómo funciona este contenedor y reparten un kit con cubos para colocar la nueva bolsa de basura orgánica, una revista, folleto e imán y una bolsa de semillas de plantas aromáticas.

Con este nuevo contenedor, Madrid espera reducir la emisión de gases invernadero, generar biogas y fertilizante y reducir la cantidad de basura que lleva al vertedero.