La lata de bebidas es uno de los envases que más se recicla en el mundo. Y esto es importante porque del aluminio se aprovecha todo al reciclarlo y, por lo tanto, se ahorra mucha energía. El impacto ambiental y económico de utilizar aluminio primario se puede reducir en gran medida con el reciclado. Así es que el papel del consumidor es fundamental. 

Desde Ecoembes nos recuerdan que cada vez que tiras una lata al contenedor amarillo esa lata, al llegar a la planta de envasado, se va a convertir en otra lata exactamente igual. El metal vuelve a tomar forma porque nunca dejó de ser metal. Las latas, si se reciclan, pueden tener muchas vidas.