La enfermedad, conocida como serratiosis de acróporas, se distingue por las lesiones que causa, que se aprecian como parches blancos irregulares de esqueleto del coral, rodeados por necrosis. Se desarrolla con mayor rapidez y es más prevalente en épocas de aguas cálidas y de lluvias abundantes y se ha vinculado con la mortandad masiva de corales A.

En la actualidad, la profesora de biología Kathryn Sutherland, del Colegio Rollins en Florida, y sus colaboradores identificaron que los desechos humanos son la fuente de la enfermedad porque la bacteria también se encuentra en las materias fecales de otros animales.

Para determinar el origen del patógeno el equipo recolectó y analizó rastros de residuos humanos, así como de otros animales como ciervos y gaviotas, en muestras de las aguas servidas en una planta de tratamiento en Cayo Hueso.

SÓLO EN CINCO DÍAS
El artículo añade que si bien se encontraron bacterias Serraria marcescens en los otros animales el análisis genético mostró que sólo la cepa proveniente de heces humanas era similar a la encontrada en los corales enfermos.

El laboratorio Marino Mote de Florida, Sutherland y sus colaboradores inocularon fragmentos de coral con la cepa hallada tanto en humanos como en los corales para determinar si era la causante de la enfermedad.

Los experimentos se llevaron a cabo en un laboratorio con agua marina contenida en tanques para eliminar el riesgo de infección de la población de corales en el mar.

"La cepa causó la enfermedad en el coral en cinco días", dijo Sutherland. La bacteria, añadieron los investigadores, no proviene del mar sino de los humanos.