Sánchez ha explicado que esto ocurre con la exploración que se está llevando a cabo en ‘El Cachucho’, un ecosistema marino protegido desde 2009 y situado en el fondo del Mar Cantábrico, a 425m de profundidad; y los 'Cañones de Avilés' (Asturias).

Para acceder a estos lugares, el Instituto de Oceanografía cuenta con tres sistemas innovadores “que no dañan” el medio ambiente. Uno de los aparatos de los que disponen es un trineo fotogramétrico, cuya labor es realizar una reconstrucción tridimensional de los fondos marinos y de las especies que se encuentran allí. El segundo es un vehículo ROV, que clasifica las especies.

Además, cuentan con un trípode con capacidad para fotografiar y mantenerse en el fondo marino durante mucho tiempo.

Entre la fauna que han localizado se encuentran especies conocidas, como esponjas, estrellas, corales y calamares gigantes, además de otras desconocidas, como la pulga marina, que nunca se había clasificado con anterioridad.

Francisco Sánchez también se ha referido al cambio climático, y ha subrayado las consecuencias que puede tener la desaparición de los corales, ya que son los encargados de aprovechar el dióxido de carbono y convertirlo en carbonato cálcico.