En España, la ONG empezó a trabajar en 2011 y ha certificado cinco pesquerías; 592 productos se venden en el mercado nacional con su distintivo y existen 145 empresas con 'cadena de custodia'; es decir, la auditoría que acredita la trazabilidad del pescado y el cumplimiento de los requisitos para esa certificación.

Rodríguez Zugasti afirma que inicialmente MSC encontró dificultades que coincidieron con los años de la crisis, ya que las empresas se centraron en otras prioridades, como "la reducción de márgenes o los precios más bajos".

Por otro lado, recalca que España es un "mercado difícil", porque la variedad de especies es "inmensa 2 y para satisfacer al consumidor hace falta aún que muchas pesquerías se incorporen al programa.

Explica el caso de Alemania, donde hay mucha menos diversidad ,"se consumen salmón, arenques y dos o tres especies más", y es el primer mercado del mundo para MSC, seguido por el Reino Unido, sede de la organización, Francia y Holanda; España ocupa el número 13.

Por otra parte, el comercio español está "muy fragmentado" y la venta en fresco es "fundamental", 50 % del total, lo que requiere evaluaciones sobre más actores de la cadena de producción y venta, especialmente en pescaderías, y más esfuerzo administrativo; esta situación contrasta con los países que optan más por el congelado.

Así, la experta ha explicado que en España cuentan con el distintivo solo un 2 % de las capturas: el bacalao del mar de Barents, la anchoa del Cantábrico, el bonito atlántico, la sardina del Golfo de Vizcaya y el pulpo de Asturias; están en proceso de evaluación el atún listado del Índico y el rabil o atún claro del Atlántico.