“La fracturación hidráulica suscita inquietudes”, reconoció el eurodiputado liberal Andrea Zanoni (ALDE), ponente del informe ante la Eurocámara, quien explicó que con estos nuevos criterios esperan “evitar los conflictos de interés” entre los promotores de los proyectos y las personas que los evalúan.

Además, la Eurocámara aboga por que se pregunte a los ciudadanos antes de poner en marcha cualquier actividad de extracción. La normativa europea en vigor obliga a realizar estudios ambientales sobre aproximádamente 200 tipos de proyectos tanto públicos como privados, una lista que ahora se ampliará a los planes de exploración y extracción por fracturación hidráulica de hidrocarburos no convencionales, como el gas de esquisto. 

Hasta ahora sólo se cubrían las extracciones mayores, a partir de los 500.000 metros cúbicos al día, lo que dejaba fuera la mayor parte de este tipo de extracciones por fractura. Lo que en la práctica se traduce en que los promotores de estos proyectos no estaban obligados a realizar una evaluación medioambiental previa.

El Pleno aprobó hoy la exigencia de realizar estudios ambientales por 332 votos a favor, 311 en contra y 14 abstenciones, pero aún deben pronunciarse los Estados miembros antes de que la medida pueda entrar en vigor.