Tras los tímidos compromisos alcanzados en la cumbre de Cancún en México durante el pasado diciembre, los países en desarrollo exigen a las economías industrializadas un mayor compromiso para que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático.

En las reuniones que se llevan a cabo en Bangkok entre el 3 y el 8 de este mes se siente la falta de interés del mundo desarrollado en sentarse a hablar sobre más reducciones a sus gases de efecto invernadero, considerados responsables del calentamiento de la atmósfera.

El encuentro es el primero de los tres organizados este año por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático antes de la 17 conferencia de las partes (COP 17) que se celebrará en la ciudad sudafricana de Durban a finales de noviembre.

Desde la COP 16, que se llevó a cabo en Cancún los negociadores de los países ricos vienen “soslayando su responsabilidad”, mientras el reloj corre hacia el plazo previsto por el Protocolo.

>Desafíos ante la Cumbre sobre el cambio climático de Sudáfrica

Solo faltan siete meses y las organizaciones ecologistas hacen sonar la alarma sobre el futuro del Protocolo de Kioto, el único tratado mundial que obliga a las naciones industriales a reducir su contaminación de gases de efecto invernadero.Las naciones más pobres y las ONG piden la transferencia de tecnología y promesas concretas para contener la deforestación y la degradación de las selvas, cuya destrucción representa el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero, cifra sólo superada por la que produce el sector energético.

La supervivencia de los pueblos indígenas y su labor para la conservación de las selvas tropicales supone otro de los desafíos para las delegaciones presentes en Bangkok.La Alianza Internacional de Indígenas y Grupos Tribales de las Selvas Tropicales denunció hoy que los indígenas no son tenidos en cuenta por la mayoría de los países.

Las delegaciones de casi 200 países también debaten el papel de los biocombustibles, que por un lado reducen la dependencia de los combustibles fósiles, pero por el otro contribuyen a la deforestación.


>La cumbre de Cancún cerró con algunos acuerdos

La cumbre de Cancún se salvó "in extremis" con el acuerdo para la creación de un Fondo Verde de 100.000 millones de dólares (69,9 millones de dólares) para los países en desarrollo hasta 2020 y una vaga mención a los derechos de los indígenas y la lucha contra la deforestación.

Estados Unidos, Japón, Canadá y Rusia se opusieron a la aprobación de compromisos vinculantes, así como a la extensión del Protocolo de Kioto, que establece una reducción del 5,2% respecto a los niveles de 1990 en 2012.

La mayoría de los países desarrollados cumplirán con este objetivo, con la excepción de Canadá, que ha elevado su contaminación climática un 30%.