Como reza el famoso villancico, los Reyes Magos ya se encuentran caminito de Belén y van “cargaditos de juguetes”, que depositarán esta noche en los hogares españoles. Eso sí, sus majestades de Oriente también se han reinventado. Del oro, el incienso, y la mirra… han pasado a portar a lomos de sus camellos todo tipo de artefactos tecnológicos.

Ahora han pasado a ser los ‘Tres Reyes Gaming’, como indica el catálogo de Navidad de la tienda de informática Dynos. El éxito de streamers de Twitch con millones de seguidores como Ibai Llanos, El Rubius o Cristinini, que retransmiten desde sus respectivos set-ups de juego, ha provocado un auge en las ventas de periféricos, sillas y torres de ordenador acondicionadas para soportar muchas horas de actividad.

Lucas Fernández es dependiente de la tienda especializada Juguetrónica en el Centro Comercial X Madrid, y confiesa a Levanta la Cabeza que de pequeño ya jugaba con videoconsolas como la Nintendo DS o la Game Boy, o con coches y helicópteros teledirigidos “que iban muy mal” en comparación a los drones que existen ahora en el mercado.

Según cuenta Fernández, los drones han sido uno de los regalos más solicitados en las cartas dirigidas a Melchor, Gaspar y Baltasar en estas fechas, junto con las pistolas láser o los robots, que ahora incluyen reconocimiento de voz, y además permiten que los niños “empiecen a programar con cosas fáciles y sencillas” al estilo Scratch, un lenguaje de programación diseñado para niños.

Un ejemplo es Coder MIP, de la empresa canadiense WowWee. Su precio (99,90 euros) puede parecer excesivo, pero debemos recordar que su predecesor de la generación pasada, el Robot Emilio, de Bizak, se vendía por casi 16.000 pesetas (unos 96,16 euros) y ya era capaz de hablar y transportar objetos en 1997.

 

 

La cuenta de Instagram Nostalgia Milenial (@nostalgiamilenial) basa su contenido en los recuerdos de infancia y juventud de los años noventa y dosmil, y, en fechas navideñas ha aprovechado para publicar anuncios de juguetes de antaño, que demuestran que por aquel entonces se podía atisbar algo de tecnología en los juegos de los más pequeños, como ‘Línea Directa’.

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A través de un teléfono, los jugadores (más bien, jugadoras) recibían pistas para adivinar quién era su admirador secreto. “Es cierto. Me gustas”, recitaba el dispositivo cuando acertaban su identidad. Hoy en día quizás resultaría un producto demasiado sexista para estar en el mercado, pero en su momento fue todo un éxito entre las adolescentes.

Los juguetes han ayudado durante años a promulgar los clichés de diferenciación de género, algo que desde el Ministerio de Comercio trató de paliar con la publicación de la Guía para la elección de juguetes sin estereotipos sexistas, previa a la campaña de Navidad de 2021. A raíz de este informe, la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, aseguró en EsRadio que estas Navidades se iba a “hinchar a comprar muñecas y cunas a las niñas”, y a sus sobrinos “coches, tractores, tanques, grúas y arcos”.

Aunque si de algo ha servido la tecnología aplicada a los juguetes es, precisamente, para difuminar los límites de género. Los dispositivos móviles, las tabletas, o las videoconsolas, entre otros, carecen de elementos diferenciadores o sexistas.

Según el informe, la edad idónea para comenzar a regalar tecnología y videojuegos es entre los 9 y los 12 años. Además, anima a los progenitores a visionar contenido con sus hijos, tales como series, películas y vídeos de youtubers para desarrollar su “capacidad crítica”, y les recomienda limitar el tiempo de uso de redes sociales y otro tipo de plataformas como TikTok (recomendada a partir de los 13). Que los Tech Reyes de Oriente repartan suerte.