Con 60 minutos de actividad ligera diaria a los 12 años se reduce un 10% del riesgo de síntomas depresivos a los 18 años.

Para elaborar esta investigación, el equipo tomó datos de 4.257 adolescentes que habían participado en investigaciones longitudinales desde el nacimiento como parte del estudio de cohorte 'Niños de los años 90' de la Universidad de Bristol.

Estos menores usaron acelerómetros para rastrear su movimiento al menos 10 horas al día durante como mínimo tres días, a los 12, 14 y 16 años. De modo que, estos acelerómetros informaban si el niño estaba participando en una actividad ligera (caminar, tocar un instrumento, pintar), participaba en actividades de moderadas a físicas (correr, andar en bicicleta) o era sedentario.

A partir de los resultados de la investigación, el equipo de la universidad señaló que cada hora adicional de actividad física ligera por día a los 12, 14 y 16 años se asoció con puntajes de depresión a los 18 años, que fueron 9,6%, 7,8% y 11,1% más bajos, respectivamente.

Además, encontraron algunas asociaciones entre la actividad moderada a vigorosa a edades más tempranas y la reducción de los síntomas depresivos, a pesar de que advierten de que sus datos fueron más débiles debido a los bajos niveles de actividad en la cohorte (promedio de alrededor de 20 minutos por día), por lo que los hallazgos no aclaran si la actividad moderada a vigorosa es más o menos beneficiosa que la actividad ligera.

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