El otoño es una estación que se asocia con la vuelta a la rutina, el trabajo, los colegios y la organización. Por este motivo, esta nueva época del año supone una buena oportunidad para retomar hábitos de vida saludablesque dejamos descuidados durante el verano, como el deporte o una dieta sanay equilibrada.

En el otoño disminuyen las horas de luz y aumenta el frío, lo que ayuda a que se realicen menos comidas fuera de casa, que suelen ser menos saludables. Con ello, la estación trae cinco alimentos de temporada que no nos podemos perder para llevar una dieta saludable:

Setas

Se debe prestar especial atención a su recolección para evitar intoxicaciones. Son muy ricas en potasio, fibra y agua, y bajas en calorías, grasas y sodio. Tampoco presentan colesterol. Además, ayudan a mejorar el tránsito intestinal.

Sus cualidades hacen de las setas un alimento apto en casos de hipertensión y otros problemas cardiovasculares, pero, al ser un vegetal con alto contenido proteico, su consumo debe ser moderado en casos de hiperuricemia.

Castañas

Las castañas son frutos secos que presentan una composición nutricional que se asemeja a los cereales, debido a que son ricas en carbohidratos y presentan menos caloríasy grasasque los cereales. Destaca su contenido en potasio y ácido fólico y se pueden comer asadas, en puré o crema, o en postres.

Calabaza

Procede de la familia del pepino, el calabacín, la sandía o el melón. Es rica en agua, lo que la convierte en un alimento poco calórico. Del mismo modo, su contenido en fibrahace que sea saciante y útil en casos de estreñimiento.

También es rica en betacarotenos, precursor de la vitamina A, que es fundamental para la visión, piel, mucosas y el sistema inmunológico. Además, contiene vitaminas antioxidantes, potasio, fósforo y magnesio. Se puede comer asada, en cremas o como ingrediente de repostería.

Higos

Constituyen una de las frutas con mayor contenido en azúcares, pero eso no los exime de ser consumidos. Por el contrario, se trata de un alimento útil en deportistas; además, su alto contenido en fibra hace que sea saciante y regulador del tránsito intestinal.

Contiene altos niveles de potasio, fósforo y magnesio. Puede consumirse fresco y seco (de manera que pierde agua y se concentran los azúcares), como postre, tentempié o ingrediente de ensaladas, tostadas y otros guisos.

Granada

Su bajo contenido en hidratos de carbono hace de la granada una fruta escasamente calórica. Es rica en agua y otras vitaminas y minerales, entre los que destacan la vitamina C y el potasio.

A su vez, su alto contenido en taninos y antioxidantes hace que sea un alimento apto en patologías digestivas y en la prevención de enfermedades cardiovasculares y degenerativas. Puede tomarse como postre, en zumo o en ensaladas.