Aunque la principal recomendación para un estilo de vida saludable pasa por llevar a cabo varias jornadas de ejercicio, en algunas ocasiones se recomienda evitar estas prácticas. Sobre todo, si se combinan con algunos alimentos o si estamos medicándonos.

Esto se debe a que, algunos alimentos, como los productos derivados del trigo, pueden resultar en reacciones alérgicas si se toman justo antes de practicar cualquier deporte. De la misma forma, pueden producir alergias algunos fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), si se combinan también con una sesión de entrenamiento.

Las reacciones más comunes, derivadas de estas combinaciones pueden ir, además, desde una urticaria a una severa anafilaxia; como recuerdan desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Para evitar este tipo de reacciones alérgicas, desde SEAIC recomiendan aumentar el espacio de tiempo entre que se toman estos alimentos o medicamentos, y el ejercicio.

Por otra parte, en lo que respecta a la combinación de asma y deporte, se trata de una mezcla que, como declaran distintos expertos, “no es incompatible”. De hecho, practicar deporte de manera progresiva mejora la resistencia respiratoria y la tolerancia a la actividad física. Además, ejercitarse también podría reducir la necesidad de medicación.

No obstante, en este último caso, algunas personas pueden sufrir también de broncoconstricción inducida por ejercicio, un agravante de los síntomas provocados por el asma, que surge al hacer deporte.