Los beneficios de una alimentación saludable no solo destacarían a la hora de mejorar las funciones de nuestro organismo. Sino que, también puede evitar la aparición de todo tipo de enfermedades y, como confirma un nuevo estudio, mejora nuestra memoria y capacidad cognitiva.

De esta forma, dietas ricas en frutas, verduras y cereales, como la mediterránea, pueden ayudar a prevenir la aparición de patologías relacionadas con el deterioro neurológico. El estudio en cuestión que avala estas conclusiones ha contado con unos 4000 participantes con degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Esta enfermedad degenerativa provoca que, con el paso del tiempo, comience a alterarse la capacidad ocular debido al daño provocado en el centro de la retina. Para comprobar de qué manera afectan las vitaminas a este tipo de trastornos visuales, los encargados de la investigación dividieron a los participantes del estudio en distintos grupos, según la dieta que se les asignase.

Así, y después de 10 años de estudio, se ha podido comprobar que la dieta mediterránea sería capaz de reducir en gran manera el deterioro provocado por este tipo de enfermedades. Además, se ha demostrado que alimentos como el pescado fresco y las verduras son los más favorables para la salud.

Del mismo modo, este estudio también explicaría que una alimentación más saludable y en la que destaquen productos frescos por encima de ultraprocesados ayudaría a reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. En este caso, con beneficios muy similares entre personas con y sin predisposición genética a la enfermedad.