La ingesta de sal y sodio diario en España sobrepasa con mucho lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Especialistas del grupo sanitario Ribera Salud han advertido que todo alimento que supere los 1,25 gramos de sal por cada 100 gramos o mililitros de producto es alto en sal y debe evitarse.

Los expertos han afirmado que durante el verano se suele descuidar la dieta diaria con cierta facilidad abusando de alimentos preparados y recuerdan que muchos de ellos sobrepasan los gramos de sal recomendados.

Además de la comida rápida y precocinada hay otros alimentos como fiambres, embutidos, escabeches, encurtidos, el pan seco, preparados alimentarios como fideos instantáneos, sopa en polvo, pizzas, sándwiches o wraps, y los quesos ultraprocesados que superan la sal recomendada.

La responsable de la Unidad de Nutrición del Hospital Universitario del Vinalopó, Carmen Navarro, ha subrayado que “La OMS recomienda para la población adulta en general, con una vida sana y sin esfuerzos prolongados, el consumo medio de 5 gramos de sal al día, lo que equivale a una cucharadita de café llena de sal o a 2 gramos de sodio al día”.

La ingesta de sal y sodio en España casi dobla la recomendación saludable de la OMS, tal y como muestra la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que asegura que se ingieren 9,7 gramos de sal al día.

El sodio que necesita el organismo para funcionar correctamente ya está presente en los alimentos de forma natural, así que añadir tanto la sal de mesa como la que llevan los alimentos procesados es innecesario.

Hay que recordar que un consumo excesivo de sal afecta negativamente a la presión arterial, lo que eleva el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. También influye en el empeoramiento de otras patologías como la osteoporosis, la litiasis renal o determinados tipos de cáncer.

Picoteos saludables y sabrosos también en verano

La especialista en nutrición aconseja que para no caer en la comodidad y consumir ultraprocesados y comidas rápidas, durante el verano lo fundamental es evitar la improvisación.

Reservar una parcela de tiempo para la compra de alimentos frescos y planificar las comidas bastará para preparar platos más saludables, quedando libres para dedicarnos al máximo al ocio con la familia y amigos.

Algunas ideas para bajar la ingesta de sal en nuestras comidas en el campo, playa o piscina pueden ser preparar snacks sanos, sabrosos y fáciles como el hummus con zanahoria o pepino, frutos secos naturales o tostados sin sal, altramuces o encurtidos muy bien enjuagados.

También se pueden preparar ensaladas, verdura a la plancha o cruda en forma de sticks, queso fresco, fruta, gazpachos, cremas frías de verduras o el tzatziki (un plato turco a base de yogur, pepino, agua y ajo).

No hay que olvidarse de la importancia hidratarse correctamente en verano, no solo a base de agua sino también de alimentos ricos en ella, pero evitando aumentar el aporte de sal.