Los médicos insisten en aplicar un impuesto del 20% sobre el precio de las bebidas azucaradas a través de un documento publicado con motivo del Día Mundial de la Alimentación. Con esta subida del precio de los productos, se reduciría el consumo de calorías de la dieta de una persona en un 4,7% y 725 gramos al año. Podemos ver los buenos resultados de esta medida en Cataluña, que implantó este impuesto en 2017 y sus habitantes han reducido este tipo de bebidas.

Una lata de refresco contiene alrededor de 35 gramos de azúcar (140 calorías), lo que quiere decir que, las personas que consumen dos o más bebidas azucaradas al día tienen el doble de riesgo de tener síndrome metabólico por el aumento de triglicéridos y disminución de colesterol HDL o colesterol 'bueno'.

A la vez que se reduce el consumo de estas bebidas, es importante llevar una dieta equilibrada en la que haya gran cantidad de vegetales y pocos alimentos ricos en hidratos de carbono. También desde la semFYC, recuerdan que el consumo de alcohol queda fuera de cualquier estilo de vida saludable.

El objetivo de estos impuestos es reducir los casos de patologías crónicas de enfermedades no transmisibles (ENT) que representan más del 70% de las muertes anuales a nivel mundial, según la OMS.

Por otro lado, resultados de metaanálisis recientes relacionados con el consumo de lácteos u la mortalidad, muestran que una ración diaria de productos lácteos reduce el riesgo de muerte por cualquier causa, mientras que tres, lo aumentan.

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