La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reclamado a los responsables de los sectores de salud, deporte, educación y transporte que incrementen urgentemente la oferta de programas y servicios más inclusivos.

Del mismo modo, ha exigido el aumento de entornos más seguros que promuevan la actividad física en todas las comunidades, con el fin de ofrecer mejores oportunidades para llevar una vida activa y saludable.

La posibilidad actual de que las personas participen en la actividad física es desigual e injusta, una desigualdad que ha empeorado a causa de la pandemia de la Covid-19. Si la población mundial fuera más activa, podrían evitarse hasta cinco millones de muertes al año.

Desafortunadamente, son muchas las personas que viven en lugares sin espacios para caminar, correr o ir en bicicleta de forma segura. Las estadísticas de la OMS afirman que uno de cada cuatro adultos, así como cuatro de cada cinco adolescentes, no realizan la suficiente actividad física.

Las mujeres, por su parte, son menos activas (23%) que los hombres (32%), con una diferencia del 8% en todo el mundo. Del mismo modo, los países de renta alta son más inactivos (37%) en comparación con los de renta media (26%) y renta baja (16%).

La OMS recomienda que todas las personas lleven un estilo de vida activo de manera regular para obtener beneficios para la salud mental y física. Los adultos deberían realizar entre 150 y 300 minutos de actividad a la semana, y los niños y adolescentes, una media de 60 minutos.