Adquirir leche en crudo y hervirla, al menos, tres veces en casa no te asegura eliminar todas las bacterias, virus u otros microorganismos que habitan en la leche procedentes directamente de la vaca, oveja o cabra. Expertos aseguran que poner a disposición del consumidor leche cruda es retroceder en el tiempo, ya que la cocción de los alimentos significó un avance en la dieta del ser humano. Gracias a los controles sanitarios y alimentarios de ahora se han erradicado en gran medida enfermedades como la brucelosis o el tifus.

Aunque hervirla en casa no sea suficiente, cuando llega a 100 grados centígrados debe alcanzar el punto de ebullición. Asimismo, los cazos que habitualmente tenemos en casa no siempre consiguen la temperatura homogénea adecuada y por ello, se pueden desarrollar algunos tipos de bacterias, como las Escherichia coli.

Además, hervirla solo es el primer paso, a continuación hay que enfriarla, específicamente entre uno y cuatro grados y los frigoríficos de casa están por encima de esta temperatura.

El tercer argumento es el recipiente donde depositamos la leche, que se debe esterilizar cada día ya que supone una fuente de contaminación.

Volviendo a los microorganismos, hay decenas que pueden ser perjudiciales para la salud, como Campilobacter, Brucella o Escherichia coli, mencionado anteriormente. Y algunas enfermedades que puedes contraer si ingieres leche cruda son tuberculosis, fiebre mala, listerosis o salmonella, que pueden acarrear graves problemas de salud, sobre todo, en niños, ancianos o mujeres embarazadas.

Los defensores de la leche cruda se respaldan en que el proceso industrial le quita sus nutrientes principales, lo que no resulta cierto. Natural no es sinónimo de mejor. "La pasteurización consigue una temperatura alta pero un poco menos que el punto de ebullición, con muy pocos segundos, por eso se conservan todos los componentes naturales", explica Miguel Gobernado, vocal de la Asociación de Microbiología y Salud.

"Estudios realizados en España y Europa no muestran una diferencia significativa entre los valores nutricionales de la leche cruda y la pasteurizada", apunta Gobernado.

La única leche 100% de beber es la que ha pasado por el proceso de uperización, la leche UHT del supermercado, que ha sido esterilizada.