Dos estudios de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesotay de la Universidad de Brown (Estados Unidos) afirman que el consumo de alimentos nutritivos de origen vegetal resulta beneficioso para el corazón a cualquier edad.

Ambas investigaciones, publicadas en la revista de la Asociación Americana del Corazón, Journal of the American Heart Associaton, afirman que los jóvenes adultos y las mujeres posmenopáusicas que consumen vegetales padecen menos ataques al corazón, así como menos posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.

En este sentido, el primer estudio analizó si el consumo de verduras a largo plazo, así como el cambio hacia una dieta centrada en ellas a partir de la edad adulta joven reduce las posibilidades de padecer una enfermedad cardiovascularen la mediana edad.

Para ello, se estudió la dieta y el desarrollo de enfermedades cardíacas en los 4.946 adultos que formaban parte del estudio Desarrollo del Riesgo Arterial Coronario en Adultos Jóvenes (CARDIA). Los individuos tenían entre 18 y 30 años y no padecían enfermedades cardiovasculares en el momento.

Así, fueron sometidos a ocho exámenes de seguimiento, donde se incluían pruebas de laboratorio, mediciones físicas, historias clínicas y evaluación de factores de estilo de vida. Los investigadores tomaron datos imparciales sobre su habitual dieta a largo plazo.

Después se puntuó la calidad de las dietas según la ‘Puntuación de Calidad de la Dieta A Priori’ (APDQS), en la que se incluyen un total de 46 grupos de alimentos presentes en los años 0,7 y 20 del estudio. Así, hay tres tipos:

  • Alimentos beneficiosos: frutas, verduras, judías, frutos secos y cereales integrales.
  • Alimentos adversos: patatas fritas, carnes rojas ricas en grasas, aperitivos salados, bollería y refrescos.
  • Alimentos neutros: patatas, cereales refinados, carnes magras y marisco.
En este sentido, aquellas personas que consumían mayor cantidad de vegetales ricos en nutrientes y menos productos animales negativos presentaron un 52% menos de posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Por otro lado, entre el séptimo y el vigésimo año, momento en que los participantes tenían de 25 a 50 años, se apreció un 61% menos de posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares entre quienes mejoraron la calidad de su dieta.

Por su parte, el segundo estudio se centró en analizar si las dietas basadas en alimentos de origen vegetal destinadas a reducir el colesterol ‘malo’ (conocida como ‘dieta de la cartera’) presentaban menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares en mujeres posmenopáusicas.

Esta dieta está constituida por frutos secos, proteínas vegetales, fibra soluble viscosa, esteroles vegetales y grasas monoinsaturadas junto con un consumo limitado de grasas saturadas y colesterol alimentario.

El estudio se centró en 123.330 mujeres que tenían entre 50 y 79 años cuando se inscribieron, y el seguimiento duró 24 años. Así, se utilizaron los datos de los cuestionarios de frecuencia alimentaria para puntuar a cada mujer.

Como resultado, aquellas que seguían la ‘dieta de la cartera’ tenían un 11% menos de posibilidades de desarrollar cualquier enfermedad cardiovascular con respecto a las que no la seguían frecuentemente.

También presentaron un 14% menos de posibilidades de padecer una enfermedad coronaria, así como un 17% menos de probabilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca. Esta dieta, por tanto, puede comparar su efectividad con la de los medicamentos destinados a reducir el colesterol.