Hasta hace poco, quienes ventilábamos nuestros hogares, lo hacíamos sobre todo para cambiar el aire, reducir las partículas de polvo en suspensión y eliminar malos olores.

Ahora, sin embargo, podemos encontrar todo tipo de estudios científicos que abalan este comportamiento. Y es que ¿sabías que el aire de este tipo de espacios interiores está más contaminado que el del exterior?

Según una serie de investigaciones, no "reciclar" el aire de espacios cerrados puede suponer todo tipo de perjuicios en nuestra salud. Desde dolores de cabeza y jaquecas, hasta el aumento de posibilidades de desarrollar asma. De hecho, aunque pueda parecer sorprendente, este aire de interiores puede llegar a tener hasta cinco veces más contaminantes, que el aire de la calle. Incluso en las grandes ciudades.

Tan solo 10 minutos al día con las ventanas abiertas bastan para mantener alejados todo tipo de gérmenes. ¿Te animas?