Hoy en día, el pilates se ha convertido en una de las técnicas de entrenamiento más extendidas por sus numerosos beneficios.

Consiste en realizar sencillos ejercicios a la vez que controlas la respiración y mantienes una rigurosa concentración durante toda la clase.

Trabajarás tu equilibrio y conseguirás ganar fuerza muscular en el abdomen y en la zona lumbar.

También, reducirás los dolores de espalda y corregirás las malas posturas, algo que servirá de ayuda para prevenir y rehabilitar lesiones musculares.

Además, al concentrarte en los movimientos y controlar la respiración, reducirás tu tensión y eliminarás el estrés logrando alcanzar un control mental muy relajante.