Un estudio de laUniversidad de Michigan(Estados Unidos) evaluó más de 5.800 alimentos en función de su carga nutricional de enfermedades para el ser humano y su impacto medioambiental. Así un perrito caliente puede consumir 36 minutos de vida saludable, mientras que los frutos secos aportan 26 minutos más de vida.

La investigación, publicada en la revista Nature Food, descubrió que sustituir el 10% del consumo de carne de vacuno y carne procesada por una mezcla de frutas, verduras, frutos secos, legumbres y mariscos puede aumentar 48 minutos de vida saludable y reducir un tercio de la huella de carbono dietética.

El Índice Nutricional de Salud (HENI), es un nuevo índice nutricional en el que se fundamenta este trabajo basado en la epidemiología. Así, calcula la cantidad neta que resulta beneficiosa o perjudicial para la salud en minutos de vida saludable en función de una determinada ración de alimentos.

De esa manera, el índice consiste en una adaptación de la Carga Global de la Enfermedad (GBD), donde la mortalidad y morbilidad por enfermedad están relacionadas con una única elección de alimentos de un individuo.

Para llevar a cabo el HENI, se tuvieron en cuenta 15 factores de riesgo alimentario y estimaciones de la carga de enfermedad de la GDB. Todo ello lo combinaron con los perfiles nutricionales de los alimentos consumidos en Estados Unidos.

Para hacer esta combinación utilizaron la base de datos What We Eat in America de la National Health And Nutrition Survey. Así, los alimentos con una puntuación positiva suman minutos de vida saludables, mientras que aquellos con puntuaciones negativas, son perjudiciales para la salud.

Por otro lado, con el fin de analizar elimpacto medioambiental de los alimentos, utilizaronIMPACT World+, método que evalúa el ciclo de vida de los alimentos, lo que abarca su producción, procesamiento, fabricación, preparación/cocina, consumo y residuos.

A esto añadieron evaluaciones relacionadas con el uso del agua y los daños producidos a la salud humana. Elaboraron puntuaciones para 18 indicadores medioambientales en función de las recetasy los residuos alimentarios.

Finalmente, clasificaron los alimentos en tres zonas de color: verde, amarillo y rojo, en base a sus prestaciones nutricionales y medioambientales combinadas. La zona verde se corresponde con los alimentos que deben incrementar su presencia en la dieta.

Estos son beneficiosos para la salud y presentan un bajo impacto medioambiental. Aquí predominan los frutos secos, las frutas, las verduras cultivadas en el campo, las legumbres, los cereales integrales y ciertos mariscos.

Por su parte, la zona verde se corresponde con alimentos con un considerable impacto medioambiental y nutricional. Su consumo debería ser reducido o suprimido de la dieta. Aquí se encuentran las carnes procesadas y la carne de vacuno, cerdo y cordero.

Sin embargo, el rango de cada indicador varía notablemente y los alimentos nutricionalmente beneficiosos no siempre producen el menor impacto ambiental y viceversa. Así, a pesar de que el debate suele estar entre los alimentos de origen vegetal o animal, esto no es siempre el factor decisivo.