Llevar una dieta rica en grasas y baja en carbohidratos ayuda a combatir la gripe, según el nuevo estudio de la Universidad de Yale, Estados Unidos.

Este tipo de dietas son las llamadas cetogénicas y consisten en llevar una alimentación basada en carne, pescado y vegetales sin almidón, los cuales suponen una cantidad de carbohidratos tan baja que el cuerpo cambia la producción de cetonas para ayudar a los órganos a tener combustible.

Los creadores de esta investigación encontraron que esta dieta activa un subconjunto de células T en los pulmones que antes no se estaban asociadas con la respuesta del sistema inmunitario ante la gripe, y las cuales mejoran la producción de las células de las vías respiratorias que atrapan el virus.

Demostraron también que, aquellos ratones con los que realizaron del estudio que fueron alimentados con una dieta cetogénica e infectados con gripe, tenían una tasa de supervivencia más alta que aquellos con una dieta normal (alta en carbohidratos), un descubrimiento para ellos sorprendente.

En concreto, hallaron que esta dieta provoca la liberación de células T gamma delta, un tipo de células del sistema inmunitario que producen la sustancia del revestimiento celular del pulmón, mientras que la dieta alta en carbohidratos no lo hacen.

Los alimentos que mejor cumplen estos requisitos son: la carne y embutidos (pollo y pavo), los huevos, frutos secos, las semillas, los aceites, los vegetales (espinacas, aguacate, pepino, coliflor, brócoli, espárrago, repollo, tomate y cebolla) y el pescado azul (salmón, sardina, boquerón, caballa).