Existen alimentos que pueden contribuir a que los peques duerman mejor. Estos alimentos suelen contener tres sustancias principales: tritófano, un aminoácido presente en la leche materna y que ayuda a los recién nacidos a distinguir entre el día y la noche; sertonina, relacionada con el estado de ánimo y el sueño; y melanina, una hormona que sicroniza el sueño con los ciclos de luz y oscuridad.

Así, si dais de mamar al niño, ya tomaría suficiente triptófano. Si con el paso de los meses observais que no duerme bien, podréis incluir en su dieta alimentos que contengan cereales como el arroz o el trigo, legumbres y hortalizas, frutos secos y frutas como plátanos y piñas. Incluso, las semillas de la calabaza son recomendables para un mejor sueño.

Además, otros alimentos también ayudarán a que los pequeños de la casa duerman mejor. Podemos incluir elementos ricos en melanina como los esparragos blancos, las fresas o la avena y ricos en serotonina, como los albaricoques, las cerezas o los tomates frescos.

Por el contrario, otras comidas hacen que los niños duerman peor. Son las formadas por aquellos estímulantes que continen vitamina C como los cítricos en el desayuno o el almuerzo y los ricos en proteínas y grasas como carnes o fritos. También es aconsejable evitar los alimentos diuréticos como la alcachofa o los puerros.