El verano, especialmente en el periodo de vacaciones, es la época del año en la que se realizan más viajes. Además, muchas familias aprovechan para escaparse de la residencia habitual para trasladarse a un destino vcacional para disfrutar de los días libres.

Precisamente ese cambio de aires es muy beneficioso para los niños. Reencontrarse con viejos amigos, visitar a los abuelos en el pueblo, ir a un campamento de verano... Todas estas actividades despejan la mente de los pequeños, que sin quererlo se vuelven más observadores, entusiastas y aventureros. No es necesario escoger un destino muy lejano para tu hijo aproveche el tiempo de vacaciones, algo que le ayudará además a mantener un estado físico saludable.

Podemos aprovechar esta época para implicar al niño en las decisiones familiares. Tener en cuenta la opinión del niño le hará sentir parte del grupo y esto fortalecerá su confianza en sí mismo. Preguntarle en qué sitio de la piscina nos podemos ubicar es un ejemplo de lo fácil que es incluir al niño en las decisiones, algo que nos agradecerán a largo plazo.